Prevenir el suicidio es posible: señales de alerta y cómo acompañar

Toda persona que haya atravesado un intento de suicidio tiene derecho a recibir atención adecuada, conforme a las políticas de salud y la legislación vigente.

Aunque tradicionalmente se ha interpretado el intento de suicidio como una decisión individual con una intención clara, hoy comprendemos que se trata de un fenómeno complejo, determinado por múltiples factores. Por eso, es un tema de salud pública que requiere un enfoque integral, comunitario y comprometido, en el que toda la sociedad debe involucrarse activamente.

El equipo de salud tiene la responsabilidad prioritaria de asistir a niños, niñas y adolescentes, sin ningún tipo de discriminación ni vulneración de derechos, conforme a la Convención sobre los Derechos del Niño (arts. 4 y 24), la Ley N° 26.061 (arts. 5, 14 y 28), la Ley N° 26.529 (art. 2, inc. a) y la Ley N° 26.657 (art. 7).


Señales de alerta

  • Aislamiento social
  • Pensamientos negativos persistentes
  • Alteraciones en el sueño, la alimentación o el desempeño diario
  • Desesperanza o llanto incontenible
  • Cambios de conducta repentinos


¿Cómo podemos prevenirlo?

  • Acompañando y mostrando interés genuino
  • Brindando apoyo emocional y motivación
  • Respetando las distintas formas de expresar sentimientos
  • Eliminando estigmas y prejuicios: el suicidio no es un delito ni un acto moralmente bueno o malo, sino una manifestación de sufrimiento


Ante una situación crítica , podés comunicarte con el Centro de Asistencia al Suicida y Atención en Crisis llamando al 0800-999-0091 , o acudir a los teléfonos de emergencia y/o a la guardia hospitalaria más cercana.